Imagina que estás navegando por una página web, y de un momento para otro deja de cargar y no puedes acceder al contenido. Te preguntarás, ¿qué ocurre? Bueno, pues aquí es donde entra en juego una herramienta que te va a salvar la vida en más de una ocasión: el comando tracert o traceroute. Dime, ¿te suena de algo?