Código de estado «Error 302»: Qué es y para qué sirve

Estás navegando por tu web favorita, haces clic en un enlace que te interesa pero, en lugar de llegar a la página que esperabas, tu navegador te lleva a otro sitio distinto. No hay errores, no hay mensajes raros a la vista… Simplemente te redirige a una URL que no era la que esperabas.
¿Te ha pasado alguna vez? Seguramente sí. Y lo más probable es que detrás estuviera funcionando un código HTTP 302.
Pero espera: ¿eso no es un error 302?
Bueno… sí y no. En realidad, el 302 no es un error como tal, cosa que veremos mejor en un momento. Ahora, como tantas otras cosas en el mundo web, si se usa mal o se configura de forma incorrecta, sí que puede ser un fastidio.
En el post de hoy, te explico qué es el código 302 exactamente, cuándo se usa bien, cuándo se convierte en un problema… y cómo puedes detectarlo y solucionarlo.
Tabla de contenidos:
¿Qué es un error 302?
Lo que decía antes: a veces entras a una página web que, en lugar de mostrarte el contenido que querías, te redirige automáticamente a otra página diferente. En muchos casos, lo que ha pasado es un código de estado HTTP 302, mal llamado algunas veces “error 302”.
Y digo “mal llamado” porque, como mencionaba más arriba, el 302 no es un error en sí mismo. Al final y al cabo, no se trata de un problema que rompa el sitio, sino que es más bien un código que le dice al navegador: “Oye, el contenido que buscas se encuentra temporalmente en otra dirección, así que te llevo para allá.”
¿Y por qué pasa esto? Pues, normalmente, un 302 ocurre cuando el dueño del sitio web quiere mover a los visitantes a otra página durante un tiempo, pero no quiere tener que cambiar la dirección original para siempre.
Por ejemplo, puede ser que el webmaster esté haciendo un mantenimiento en una sección de la web y quiera enviar a todos a una página alternativa mientras tanto. O puede ser que quiera mostrar contenido diferente a distintos usuarios porque está haciendo un test A/B.
En ambos casos, el código 302 funciona como “desvío temporal” para que tu navegador sepa a dónde ir sin que te pierdas.
Diferencia entre el código HTTP 302 y otros códigos de redirección
Cuando hablamos de redirecciones web, el código 302 no es el único que puede utilizarse. Hay varios tipos de redirecciones y cada uno de ellos tiene un significado diferente, aunque todos sirven para enviar al navegador de un lugar a otro. La clave está en si la redirección es temporal o permanente.
El 302, como ya vimos, es una redirección temporal. Indica algo así como: “Oye, por ahora vete a esta otra página, pero la dirección original sigue siendo la correcta.” Resulta de utilidad cuando, por ejemplo, el sitio web está en mantenimiento o se quiere mostrar otro contenido durante la campaña de Navidad.
En cambio, el código 301 es una redirección permanente. Le indica al navegador y a los motores de búsqueda que la página se ha mudado para siempre a otra dirección. Por ejemplo, si cambias el nombre de dominio de tu blog, tendrás que usar la redirección 301 para que Google sepa que ahora todo ese contenido está en otro lugar y no siga intentando encontrar la URL antigua.
Y otro dato interesante: los códigos 301 pasan la “autoridad” o “peso SEO” de la página original a la nueva, pero los 302 no lo hacen porque se supone que la redirección es temporal y que pronto volverás a la página original.
También existen otros códigos, como el 307, que es similar al 302 pero con reglas más estrictas sobre la gestión de las solicitudes, especialmente en cuanto a los métodos HTTP (GET, POST, etc.).
Te dejo un resumen para que lo veas bien claro:
- Código 302: Redirección temporal que se deshará cuando ya no sea necesaria.
- Código 301: Redirección permanente que indica que la página se ha cambiado de URL para siempre.
- Código 307: Redirección temporal pero más estricta en cuanto a la gestión de las solicitudes.
Ejemplos: ¿Cuándo se usa el código de estado 302?
Para que nos entendamos mejor, quiero explicarte en más detalle algunos de los casos de uso habituales de la redirección 302. Algunos ya te los he mencionado en la sección anterior, pero otros son nuevos.
Vamos a ver.
1. Mantenimiento temporal
Cuando una web está en obras (por ejemplo, durante una actualización técnica o una limpieza de contenido), en lugar de mostrar un error o una página rota, se puede redirigir al usuario a una página temporal que diga que “Volvemos enseguida” o “Estamos haciendo mejoras”. En estos casos, con hacer una redirección 302 tenemos más que suficiente.
2. Cambios de contenido provisionales
Si estás rediseñando parte de tu sitio y has movido temporalmente una sección a otra URL, haciendo una redirección 302 enviarás a los usuarios a la nueva ubicación sin perder la URL original, que volverá a estar activa más adelante.
3. Tests A/B
Es habitual hacer test A/B cuando queremos mejorar nuestra web. ¿En qué consisten? Pues en enseñar diferentes versiones de esa misma web a distintos usuarios para ver cuál funciona mejor, cuál retiene más su interés, cuál consigue más ventas, etc.
Y una redirección 302 es perfecta para estos casos porque es reversible y no afecta al SEO de forma permanente.
4. Contenido estacional o promociones temporales
Hay épocas especiales del año (Navidad, Black Friday, rebajas, etc.) en las que algunos webmasters van a querer redirigir a los visitantes a una página con ofertas o contenido especial. Cuando esa campaña se acaba, se elimina esa redirección 302 y todo vuelve a la normalidad.
5. Redirección por ubicación
Seguro que esto te ha pasado más de una vez. Hay muchos sitios web que redirigen temporalmente a los usuarios a una versión local en función del país en el que se encuentren o del idioma que hablen.
De este modo, si entras desde España la web te enviará a “es.tusitio.com” o a “tusitio.com/es”. Pues esto es muy sencillo de hacer usando el código de estado HTTP 302.
6. Inicio de sesión o permisos
Otra situación que no tiene nada de raro: un usuario intenta acceder a una página que requiere que se identifique. Si no está autenticado, el servidor lo redirige a la página de inicio de sesión mediante una redirección 302. Una vez se identifica correctamente, puede volver al contenido que quería ver.
Cómo funcionan las redirecciones 302 a nivel técnico
Imagínate que quieres entrar a una página como “tienda.com/blackfriday” y que, como la semana del Black Friday ya ha terminado, no está disponible y tiene aplicado un código HTTP 302. Lo que va a pasar por detrás es que el servidor le va a decir al navegador: “Mira, esa página ahora no está, pero puedes ir a esta otra dirección mientras tanto”.
¿Y cómo lo hace? Pues cuando el navegador (por ejemplo, Chrome o Firefox) envía la petición para cargar esa página, el servidor responde con dos cosas importantes:
- Un código que indica “302”, es decir, una redirección temporal.
- Una cabecera llamada “Location” que especifica la nueva dirección web a la que el navegador debe ir. Para este ejemplo, “Location: miweb.com/promo-temporal”.
- Al recibir esta respuesta, tu navegador carga esa nueva página sin que tú te hayas enterado y sin que tengas que hacer nada más.
Todo esto sucede en un abrir y cerrar de ojos, sin que te des cuenta y sin que cambie la URL original en tus favoritos o en los motores de búsqueda, porque el servidor está indicando claramente que la redirección es solamente algo temporal.
¿Por qué a veces (muy pocas) el error HTTP 302 se considera un problema?
Aunque el código 302 es una redirección temporal perfectamente válida, a veces puede generar problemas si no está bien configurado. De hecho, muchos webmasters terminan pensando que tienen un “error 302” cuando en realidad lo que ocurre es que la redirección que han querido implementar o no funciona como debería o está provocando conflictos.
Vamos a ver algunos de esos casos en los que se da realmente un “error 302” propiamente dicho y hay que solucionarlo.
1. Redirecciones incorrectas o inconsistentes
Puede pasar que la página no redirija a donde toca o que la redirección cambie de forma inesperada. El motivo suele ser que tengas algo mal configurado en el servidor o en las reglas de redirección.
Solución: Revisa bien la configuración de las redirecciones (en el archivo .htaccess) y asegúrate de que las URLs destino son correctas y estables. En nuestros planes de hosting, puedes gestionar fácilmente las redirecciones desde cPanel y tienes soporte técnico siempre disponible para ayudarte en estos casos.
Los navegadores y algunos proxies a veces guardan en caché las redirecciones 302, aunque no deberían. Como resultado, es posible que el usuario siga viendo una redirección antigua o que la web no se actualice como esperas.
Solución: Borra la caché del navegador o prueba a acceder a la web en modo incógnito. Revisa también las cabeceras Cache-Control para evitar que se almacenen estas redirecciones temporalmente.
3. Configuración incorrecta del servidor
Puedes acabar generando un bucle de redirecciones si tienes el archivo .htaccess mal escrito o si tienes reglas que se contradicen entre sí. ¿Y qué es un bucle de redirecciones? Pues es lo que sucede cuando el navegador se queda atrapado saltando de una URL a otra sin fin.
Solución: Comprueba que no tengas redirecciones en bucle (por ejemplo, A redirige a B y B vuelve a A). Revisa también que las directivas de redirección estén bien escritas y sean coherentes.
4. Daños SEO por un uso inapropiado
Recuerda que las redirecciones 302 son temporales. Por eso, si las usas para hacer redirecciones permanentes (cuando deberías usar redirecciones 301, vaya), los buscadores no van a transferir correctamente el posicionamiento desde la URL original a la URL de destino. Al final, vas a acabar viendo cómo esto daña tus cifras de tráfico orgánico.
Solución: Usa el código 302 solo para redirecciones temporales y cambia a 301 si la redirección es definitiva.
¿Cómo diagnostico estos problemas?
Para diagnosticar los problemas relacionados con el código 302, lo primero que puedes hacer es utilizar las herramientas de desarrollo que incluyen los navegadores, como Chrome DevTools o Firefox Developer Tools. Son herramientas que te van a permitir inspeccionar las cabeceras HTTP y revisar bien qué redirección se está aplicando y cómo está respondiendo el servidor.
También tienes servicios como Redirect Checker, que analiza las cadenas de las redirecciones y te muestra si alguna de ellas está fallando o es incorrecta.
Ah, y no olvides revisar los archivos de registro o logs de tu servidor, que es donde se almacena la información sobre las peticiones que llegan y la forma en que responde el servidor.
Si hay alguna URL que está generando redirecciones 302 que no deberían existir o si hay algún bucle por ahí causando problema, esta es una buena forma de encontrarlos.
Conclusión: ¿Redirección 302? Un recurso útil si lo usas con cabeza
Como ves, el código 302 no es ningún villano. De hecho, es un código de estado superútil para gestionar redirecciones temporales sin liarla con el SEO ni con la experiencia del usuario.
El problema llega cuando se aplica mal: redirecciones mal configuradas, bucles infinitos o errores que se acaban notando en el posicionamiento o en cómo se comporta la web. Por eso, si vas a usar una redirección 302, asegúrate de que tiene sentido, de que está bien implementada… y de que no se queda ahí para siempre por despiste.
¿Te has encontrado alguna vez con una redirección que no te cuadraba? ¿Tienes dudas sobre si estás aplicando bien las redirecciones de tu web? Cuéntamelo en los comentarios.
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